Los Bukis culminaron su gira “Una historia cantada” ante más de 100 mil almas que asistieron a sus conciertos del jueves y sábado en el Coliseo de Los Ángeles, aunque durante el primer show, el músico Eusebio “Chivo” Cortés terminó en el suelo tras caerse mientras saltaba y bailaba en el escenario mientras tocaban el tema “Morenita”. De inmediato, el profesional se levantó y sin pensarlo dos veces continuó tocando su instrumento y bailando a su estilo en tanto los fanáticos gritaban a todo pulmón “Chivo”, “Chivo”, “Chivo” para animarlo. Se pudo notar que el artista se lastimó el tobillo y tras intentarlo, ya no pudo seguir de pie. Tuvo que seguir tocando su bajo sentado y al final salió del escenario en silla de ruedas. Eso sí no perdió para nada su entusiasmo.
“Gracias a Dios estoy bien, estas cosas pasan. Gracias a todos nuestros fanáticos por su amor y apoyo. Tengo un día para descansar, recuperarme y poder estar con todos ustedes en el concierto de mañana”, expresó el artista.
Fuera de ese inesperado incidente, la noche romántica bajo el cielo angelino fue un éxito, con el espectáculo totalmente vendido y el agradecimiento de los artistas que regresaron al legendario Coliseo de Los Ángeles luego de haberse despedido en ese mismo recinto hace 27 años.
La cita era a las 8 de la noche, pero comenzó a las 9. Los músicos aparecieron enfundados en trajes rosas bordados de lentejuelas y brillos y El Buki principal, Marco Antonio Solís portaba una bandana rosita que le daba un look ochentero y nostálgico.
El evento arrancó con el repertorio romántico y los sentimientos del pasado y presente volvieron a surgir con “Te sigo esperando” y así El Buki le siguió con “Como fui a enamorarme de ti”, Porque siempre te amaré», “Vuelve Ya”, “Yo te necesito” hasta que llegaron los temas norteños y bailables. Pero los que más estremecieron a los presentes fue “Tu cárcel” y “Chiquilla bonita”, que el cantautor le dedico a su hija Bety, presente en primera fila y musa de inspiración de ese tema.
Ahí en Coliseo hubo de todo. Varias generaciones juntas, sobre todo milenios, sus padres y hasta sus abuelos. Había un joven de algunos 30 años que miraba atónito como su madre cantaba a todo pulmón y llena de emoción bailaba “Viva el amor”. Otro joven adulto, en solitario, lloraba abrazado a una botella de cerveza mientras escuchaba en vivo “Tu ingratitud”. El “Buki no pudo olvidarse de los trabajadores migrantes y les rindió honor con el tema “Casas de cartón”, el estandarte de los pobres y la lucha por una vida mejor. También lamentó que muchos de los asistentes no pudieran llegar a tiempo debido al tráfico y en mi opinión a la falta de organización y logística del lugar.
Luego de más de dos horas, los legendarios Bukis se despidieron, pero regresaron al escenario luego que los espectadores no dejaban de gritar “otra”, “otra». Tras otras tres canciones, los artistas finalmente dijeron adiós no sin antes mostrar con orgullo una gigantesca bandera mexicana.