El verano está a la vuelta de la esquina. Los peques a punto de salir de la escuela y yo pensando en que forma voy a entretener a mi hijo Esteban. Qué si summer camp, días en el museo y claro uno que otro viajecito a los parques de diversiones y obviamente no podía falta Knotts Berry Farm en mi lista de actividades.
Hace unos días estuve en Knotts Berry Farm, donde fui testigo de la inauguración y reapertura de algunas de sus atracciones y la neta del planeta no pude contener la melancolía de recordar cuando visitaba ese parque cuando Esteban tenía algunos tres años.
Ese año compre el pase anual y ¡claro que le saqué provecho! Todos los días me levantaba tempranito, en corretiza limpiaba mi linda casa y a agarrar camino. Me gusta Knotts porque es un parque pequeño, donde Esteban podía explorar y descubrir nuevas cosas. Yo lo dejaba deambular por donde él quería siempre detrás de él como su guarda espalda y no me preocupaba de que se pudiera perder, pero claro nunca salíamos del Snoopy Camp.
Ahora las cosas han cambiado. Mi chico tiene nueve años y le encantan las nuevas aventuras como las que presentó hace unos días ese parque de atracciones.
Para empezar reabrieron el llamado Timber Mountain Log Ride. Es un paseo en canoa que fue construido en 1969 y tiene una altura de 75 pies. Esta atracción te pasea en canoa por una corriente de agua por todo el medio oeste en cuatro minutos para terminar saltando a una altura de 42 pies. Lo chido de este juego es que involucra agua y uno sale todo mojado, pero bien contento. Fíjate que esta atracción tuvo un costo de dos-punto-cinco millones y fue inaugurada por John Wayne y su hijo Ethen.
El Boardwalk Pier también me llamó la atención. Te imaginas que estas caminando en el playa y además cuenta con tres nuevas atracciones:
Coast Rider, una montaña rusa para niños y grandes que no buscan aventuras extremas ya que no alcanza velocidades ni curvas como otras llamados roller coasters. La velocidad máxima es de 37 millas por hora y tiene una duración de 2.5 minutos
Surfside Glider, son aviones sin motor voladores que dan una vista a todo el paque de diversiones. La velocidad es de 10 revoluciones por minutos y dura 1.50 minutos
Pacific Scrambler, este sí que es para los amantes de las vueltas locas. La velocidad máxima que alcanza es de 25 millas por hora y dura 90 segundos. Lo suficiente para salir medio atarantado. Y atarantada salí yo de Knotts, pero lo paseada quien me lo quita.