En esta ocasión les contaré mi odisea maratónica del domingo. Desde que me enteré que mi amigo Edwin Tamara correría el Maratón de Los Ángeles me puse la tarea de irle a echar porras; luego supe que otra amiguita, Susana Meza, también se iba a echar las 26,2 millas de distancia, y se unió a mi plan de “vitoreo” y como siempre, mi hijo Esteban me siguió el rollo.
Una noche antes, Esteban y su amigo Jeremy se pusieron a hacer las pancartas con mensajes de aliento para Edwin y Susi en colores fuertes y letras grandes para que pudieran sobresalir sus nombres entre los maratonistas. Mientras ellos trabajaban, yo me registré para recibir las alertas de mis corredores. La primera la recibiría cuando cruzaran el kilometro 10, la segunda al kilometro 30 y la tercera en la meta.
Nuestro plan era encontrarlos a la mitad del camino por si ya se sentían agotados, levantarles el ánimo con nuestras porras. El punto perfecto: Highland y Hollywood.
Ya con todo listo, nos fuimos a dormir temprano, para levantarnos temprano, pero la mañana nos agarró en corretiza. Qué si desayunar a esa hora o mejor después, qué si tomar el tren o irnos en carro, y hasta qué ropa portar. El día estaba fresco y la pregunta era si ponernos shorts o pantalón.
Salimos de la casa a todo lo que daba. Eran las 8:30 de la mañana y yo estresada. No quería perderme la oportunidad de verlos correr… Con decirles que no me importó estacionarme en zona prohibida. Pensé: “bien vale la pena la infracción”.
En cuanto llegamos, que me entra la primera alerta, era de Edwin que había cruzado las primeras 10K. Nos bajamos del carro y “piecitos pa’que los quiero”… A correr hasta nuestro destino. Ahí nos enteramos que era la milla 12 (alrededor de 20K) y todavía faltaba un buen rato para que llegara Edwin. De Susi no había señales.
Era nuestra primera vez en el Maratón de Los Ángeles, no corriendo, pero echando porras.
Esteban se sorprendió al ver tanta gente correr y me dijo: “mamá se ven fascinados corriendo. ¿Por qué lo hacen?”.
Le conteste: “Por una causa social hijo, y también porque les gusta”. Ahí comprendí que ni siquiera le había dicho a Esteban, quien tiene nueve años, las razones por las que nuestros amigos corrían.
Edwin para promover la donación de órganos y demostrar, como donador que es, que una persona con un sólo riñón puede ser saludable. Le conté que Edwin le donó un riñón a su mamá porque estaba muy enferma y lo necesitaba para vivir. También le pregunté si él haría lo mismo por mí y… sólo volteó los ojos al revés. ¡Rocorcholis!
Susi lo hizo a favor de Padres Contra el Cáncer. Es sobreviviente de cáncer de seno y aunque no conozco muy bien su historia, sé que es una mujer valiente y positiva que siempre vio la vida con optimismo mientras luchaba contra ese mal.
Como ellos, alrededor de 24-mil-personas corrieron el maratón. Cada uno por una causa diferente.
En la espera nos encontramos a otra amiga, Jazmín Ortega, y la verdad si no hubiera sido por ella no hubiera podido dar con Edwin entre toda la multitud de corredores.
Finalmente, mi amigo peruano apareció con una gran sonrisa. Jazmincita de inmediato se abalanzó y le metió tremendo abrazo y el pobre aún corriendo tuvo la fuerza de abrazarme y abrazar a Esteban mientras gritábamos a todo pulmón ¡Edwin! ¡Edwin! ¡Edwin! Esteban brincaba y brincaba de alegría y obvio… yo también.
Fueron sólo instantes, pero se quedaron clavados en mi mente. Lo vi trotando muy fresco, tan lleno de vida y sano. Ni se veía cansado. Ni se notaba que le faltaba un riñón.
Qué determinación la de Edwin y qué va la de Susanita. Nunca me llegó la alerta de Susi. Nos quedamos esperándola buen rato y no apareció y si pasó por donde estamos no la reconocí. Tengo tan mal sentido de distinción.
Luego supe que se lastimó el pie izquierdo, pero vean que decisión, Susanita corrió las 26 millas con su “piecito lastimado”.
Los dos cruzaron la meta y lo hicieron con tan solo 43 minutos de diferencia. Lo sé porque ahora sí me llegaron las alertas. Edwin a las 12.04 con un tiempo de 5:16, y Susanita a las 12:47 con un tiempo de 5:35.
Excelente tiempo para su primer Maratón de Los Ángeles y el de nosotros también.
Padres Contra El Cáncer
Donación De Órganos Y Tejidos
deves de entrenar para que la proxima vez te veamos corriendoangeles meeza